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("Iberia Inc.", artículo de Armando Boix. Derechos de autor 1997, Armando Boix)

En una cueva en el interior del peñón de Gibraltar se descubre a Melkart, un ser mítico que lleva dormido más de tres mil años. Inopinadamente, Melkart despierta y echa a andar. Por más que los soldados británicos intentan detenerle, ni los tanques son barrera suficiente. El ser atraviesa la verja fronteriza y entra en España. "¿Lo perseguimos, señor?", pregunta un soldado. "¿Y provocar un incidente diplomático? -contesta su oficial-. Los españoles tendrán que encargarse de ese monstruo. Para eso tienen su propio grupo de superhéroes".
¿Un grupo de superhéroes?
¿Superhéroes españoles?
Así es, a juzgar por cuanto se nos narra en Iberia Inc., nueva colección enmarcada dentro del sello Laberinto, que Planeta-Agostini dedica a los comic-books autóctonos. Esos seres semidivinos capaces de detener una invasión extraterrestre, cambiar el sentido de la rotación de la Tierra o derribar un avión a escupitajos parecían coto reservado para las historietas norteamericanas; ahora tres artistas españoles se han empeñado en contradecir esta opinión: Carlos Pacheco y Rafa Marín en el argumento y Rafa Fonteriz en el dibujo.
Estando involucrado desde el principio en la creación del universo de Iberia Inc., es una lástima que al final Pacheco no se haya responsabilizado de su plasmación gráfica; pero hoy es un autor altamente valorado, con series tan prestigiosas en sus manos como Fantastic Four o X-Men, e imaginamos que no debe andar muy sobrado de tiempo.
No por eso el lector debe sentirse defraudado. En su lugar a tomado el lápiz Rafa Fonteriz, un dibujante de calidad, elegante y espectacular, en una línea clásica que podría recordarnos, sin menoscabo, a John Byrne, George Pérez o Dave Gibbons.
Como Pacheco, Fonteriz saltó al mundo del cómic internacional a través de la delegación británica de Marvel, dibujando una serie titulada Nocturne. El cierre de Marvel UK dejó al personaje colgado en su cuarto número y Fonteriz no ha conseguido, todavía, el renombre de su colega, pese a merecerlo.
Por otro lado, una baza importante es la presencia como co-argumentista y guionista final de Rafa Marín, un escritor muy conocido por los lectores de ciencia ficción española. Empezó a publicar en los años 80 en la revista "Nueva Dimensión", y su primera novela, Lágrimas de luz (1982), no faltaría en ninguna lista con las mejores obras de nuestra CF -muchos no dudarían en colocarla en primer lugar-. Sus siguientes títulos, entre los que podemos citar Unicornios sin cabeza (1987), la Trilogía del Navegante (1992) u Ozymandias (1995), no le andan a la zaga en interés. Marín siempre ha sido un entusiasta de los cómics de superhéroes y de ello no sólo es prueba su ensayo Los cómics Marvel. Intentó, sin demasiado éxito, introducirse en la Marvel británica y elaboró un guión para Carlos Pacheco, Mundo de dioses, que no llegó a materializarse y acabó como novela, ganadora del primer premio UPC. Ahora, al fin, sus criaturas de ficción consiguen expresarse a través de las viñetas.
"El proyecto es terriblemente ambicioso -comenta el guionista-, y tenemos argumentos para al menos dos años de historias y tres series que se complementarían: Iberia Inc. y Tríada Vértice por un lado, y otra sin título, una especie de Superhéroes Iberia o Archivos".
Lo que no menciona Rafa Marín es que para llevar adelante tal proyecto habrá que contar con el beneplácito de los editores, pues de momento Iberia Inc. se limita a ser una miniserie de sólo seis episodios y, por desgracia, en el primero no ofrece más que el común de los tebeos: una ensalada de tortas entre personajes superpoderosos. Nada se nos explica -y esperamos que en siguientes episodios sean más claros- sobre el origen de sus habilidades, ni sabemos quienes se ocultan tras sus floridos uniformes o cuál es su procedencia, aunque sus nombres -Traka, Drac de Ferro, Lobisome...- pudieran darnos alguna pista. ¡Hay tantas preguntas sin respuesta! ¿Son los héroes de Iberia Inc. funcionarios de carrera o con contrato? ¿Cobran de los fondos reservados? ¿El gobierno habrá congelado sus sueldos? ¿Les diseña sus trajes Ágata Ruiz de la Prada? ¿Tuvieron algo que ver en la detención de Roldán? Por no saber, no nos queda claro ni siquiera si la acción transcurre en la actualidad o en un cercano futuro, pues el sistema de teletransportación utilizado no es muy común, lamentablemente.
Iberia Inc. es el cómic con el que soñaba cuando, siendo un niño, seguía las andanzas de Spiderman y otros enmascarados yanquis. Hoy me he vuelto demasiado escéptico para acabar de creerme una aventura de este tipo. Es una lástima. Tal vez otros lectores no lleguen tan tarde como yo y aún puedan disfrutar con personajes que se visten como drag queens para arreglar los problemas del mundo.
De momento la atrevida propuesta está en los quioscos y por la calidad de sus creadores nada debe envidiar a la mayoría de saltimbanquis made in USA que compiten con ella.
Ante el magro aperitivo de su primer número no nos atrevemos todavía a recomendarla, pero por nada del mundo pienso perderme las siguientes entregas. ¡Por Stan Lee, han despertado mi curiosidad!