CONTENIDO LITERAL

("Hardwired, el hombre máquina", comentario de Manuel Díez Román. Derechos de autor 1995, Manuel Díez Román)

El argumento de esta novela sorprende por su originalidad: dos jóvenes, con más problemas de los que pueden afrontar y un futuro más que dudoso, acaban enfrentándose a las omnipotentes corporaciones orbitales que tiranizan la Tierra balcanizada con el bloqueo económico. No desvelo nada al decir que, contra toda lógica, el épico happy end está servido.
Tanto en la portada como en la primera solapa interior del libro se nos dice que es "un clásico de la novela ciberpunk" y uno "de los textos claves" de este movimiento. A la vista de los resultados es una enorme exageración, una simple frase de marketing. Si esto es lo mejor que podemos esperar de esta corriente de la CF, apaga y vámonos. Toma toda suerte de tópicos y convenciones del ciberpunk, y los suelta sin la menor gracia y con un estilo anodino y gris.
Lo gracioso es que en la misma solapa que mencionaba antes, el encargado de su confección nos da claramente las pistas de lo que nos espera y facilita mi trabajo: "Hardwired es una novela sin grandes aspavientos (...). Temáticamente, recoge los temas y situaciones con los que Gibson inauguró el ciberpunk y (...) se preocupa por hacer avanzar la historia y ofrecer a lo largo de ella suficiente acción para hacerla atractiva en sí misma". Si ni siquiera a él mismo le acaba de convencer, imaginaos para el lector. Es una simple novela de aventuras, llena de acción y con un ritmo, eso sí, dinámico y trepidante.
Además, la novela en cuestión ha servido para confeccionar un juego de rol. No es de extrañar, pues si algo no le falta son combates, terrestres y aéreos. En ambos casos el prota tiene oportunidad de lucir su maestría. Por cierto, las luchas de los graníticos panzers me recordaron vagamente a otro juego Battletech.
Williams, como lo hizo en su momento Effinger, se lanza a los brazos del cyberpunk sin el menor reparo, viendo que así podía relanzar su carrera. De haber sido otra la moda me temo que la hubiera abrazado con la misma decisión. Eso contribuye a que el autor parezca que no se acabe de creer lo que escribe, simplemente preocupado en acertar en el diseño de un producto que se adapte a los gustos en boga -al menos cuando lo escribió-.
Hardwired, al menos en España, no pasará a los anales de la CF, y me temo que tampoco a los del cyberpunk. Dará argumentos a los detractores del cyberpunk, como obra fallida e insustancial, y a sus defensores les decepcionará.