CONTENIDO LITERAL

("Refugio [el]", comentario de H. G. Daniels. Derechos de autor 1994, H. G. Daniels)

El presente libro constituye una espléndida muestra de ciencia ficción nacional.
Después de una tormenta de positrones (antimateria), que casi destruye por completo los ecosistemas terrestres y a la propia especie humana, una nave parte -utilizando tecnología de una desaparecida civilización marciana- en busca de los responsables de la catástrofe cósmica, que obliga al hombre a luchar por la supervivencia como no hacía desde milenios.
El refugio es una space opera repleta de maravillosas especulaciones científicas. Con el término de space opera se denominan a aquellas narraciones cuyo eje argumental básico son las aventuras, descubrimientos y peligros que encuentran las tripulaciones espaciales durante los viajes interestelares. Como ejemplo más representativo tenemos los episodios de la famosa serie Star Trek.
Juan Miguel Aguilera es diseñador gráfico y Javier Redal profesor de biología. Esta colaboración entre imaginación desbordada y enciclopédicos conocimientos científicos permiten que no sólo la acción predomine en esta obra.
También hay brillantes muestras de especulación científica, sobre todo en los métodos de investigación y en el campo de la biotecnología; como la posibilidad de utilizar ADN cristalizado como soporte de información, posibles naves orgánicas o una nueva hipótesis genético-religiosa que encaja con la unidad bioquímica o similitud molecular de los distintos seres vivos y la semejanza de creencias religiosas que se encuentran en muchas culturas.
El lector también queda gratamente sorprendido por las descripciones de distintas especies alienígenas, y muy particularmente de la anatomía y costumbres de los extinguidos marcianos.
No es en absoluto exagerado comparar a estos dos escritores con autores de la talla de Arthur C. Clarke o Isaac Asimov. Sus novelas no tienen que envidiar en nada a las más logradas realizaciones de ciencia ficción hard anglosajona, como ya demostraron en Mundos en el abismo (Ultramar, 1988) o Hijos de la eternidad (Ultramar, 1988).
La única diferencia la encontramos en que si Aguilera y Redal no hubieran nacido en España, se ganaría holgadamente la vida escribiendo relatos de ciencia ficción y gozarían de reconocimiento mundial. Muy recomendable.