CONTENIDO LITERAL

(Fragmento de "Inmortales damiselas de Aviñón [las]", teatro de Ian Dougall. Derechos de autor 1970, Ian Dougall)



IAN DOUGALL

LAS INMORTALES DAMISELAS
DE AVIÑON

(The inmortal young ladies of Avignon)


BBC

OBRA DE TEATRO RADIOFÓNICO

Producida por Colin Tucker
Música compuesta por Brian Hodgson
Del BBC Radiophonic workshop


Ensayo: 10:00 - 18:00 Lunes 28 sep 1970 Estudio 6 A
Grabación: 10:00 - 18:00 Mares 29 sep 1970 Estudio 6 A
  10:00 - 18:00 Miércoles 30 sep 1970 Estudio 6 A
Montaje: 10:00 - 17:30 Jueves 1 oct 1970 SCR
  10:00 - 13:30 Viernes 2 oct 1970 SCR
         
Programa nº SLN39/DD710B      
         
Emisión: 20:10 - 20:50 Viernes 16 oct 1970 Radio 3



PRESENTACIÓN. - Aquél era el momento en que el sol estaba a punto de morir. La preparación para la evacuación de la Tierra estaba ya muy avanzada, pero aún debía hallarse en algún punto del universo un nuevo planeta para la raza humana. Se aguardaba desesperadamente un mensaje de la expedición exploradora dirigida por el astronauta y profeta Capitán Slim Jackson, acerca de la habitabilidad de los planetas de la estrella Alfa de Centauro. Kol, un cadete de los guardianes de la ley, había decidido en secreto solicitar una sílfide rubia como premio por ser el primero de su promoción...

(Sintonía. Una enorme ciudad del futuro en plena actividad, los sonidos de la tecnología, una astronave despega, máquinas perforadoras de cinta, etc. La gente trabajando con una gran sensación de urgencia.) (Comienza a gemir una sirena de ataque aéreo, con un claxon sonando en primer plano. La gente comienza a correr. Es un sonido que han oído muchas veces antes, pero la urgencia no viene disminuida por la familiaridad.)

PROFESOR. - Como patrullero cualificado, se le requerirá que proteja al Estado administrando el gran principio de los derechos humanos, conocido por su calificativo popular de (enfáticamente) un-dos-tres. ¿No es así, cadete patrullero... Kol?
KOL. - Sí, señor. Un-dos-tres es la forma de indicar los tres principios básicos de la supervivencia humana. (Hace una corta pausa). Primero: Ley y Orden. Segundo: Una Ilusión. Tercero: Libertad Limitada. Un-dos-tres iguala a todo el mundo, en oposición a las antiguas civilizaciones autoritarias, que solo se preocupaban por una minoría militante y poderosa.
PROFESOR. - Y, ¿cuál es su opinión acerca de la escuela crítica de pensamiento que sugiere que un-dos-tres es simplemente un arma usada por el Estado y sus... matones a sueldo (risas generalizadas en la clase) para mantener al noventa y cinco por ciento de la población en un estado de miseria?
KOL. - Esa crítica es simplemente un resultado de la gran debilidad humana consistente en oponerse a algo solo por que existe. Si el mundo no estuviera a punto de acabarse, tendríamos tiempo de escuchar y discutir ese razonamiento, pero, tal como están las cosas...
PROFESOR. - Muy correcto. Si queremos que la raza humana sobreviva intacta, debe administrarse con éxito el principio del un-dos-tres. El cadete patrullero Kol acaba de darnos, sin quererlo, un buen ejemplo de un humanitarismo pervertido cuando habló de las condiciones bajo las que estaría dispuesto a escuchar. El argüir con los oponentes del un-dos-tres... él lo llamó razonar; razonar, un proceso extinto que daba pie a que se aireasen los prejuicios e intransigencias. ¿Qué es la razón?
CLASE. - (A coro) Razón es igual a traición.
PROFESOR. - Kol, quizá le gustaría a usted explicar con más detalle los tres principios.
KOL. - Oh. Sí, señor. Bueno, ¿la Libertad Limitada? Esto significa que la gente es absolutamente libre de hacer lo que quiera, siempre que esto no limite el poder del Estado sobre ellos, en ninguna forma. (Hace una pausa). ¿Una Ilusión? Bueno, todo el mundo necesita una ilusión, señor, y también mis mejores amigos.
PROFESOR. - ¿Considera usted que la neoreligión satisface esta necesidad?
KOL. - Bueno, la neoreligión, la audio-visión, sí, lo hace. Suministra ensueños planificados. Si se dejase a la gente que hiciera esto por su cuenta, bueno, desperdiciaría una buena cantidad de experiencias agradables.
PROFESOR. - ¿Y la Ley y el Orden?
KOL. - Se basan en los otros dos principios, y son muy valiosos para proporcionar la tranquilidad necesaria y permitir la suficiente ilusión para que continúe la Libertad Limitada... en una forma que esté, de acuerdo con lo que desea el Estado.
PROFESOR. - Muchas gracias, Kol. (Dirigiéndose a la clase): Recuerden siempre: los. patrulleros no deben ocuparse de lo que crean que esté bien o mal. ¡Lo único que se les pide es que hagan cumplir las reglas... eso es todo!
(Música militar: Un desfile de graduación. Un millar de hombre marchan. Se les ordena alto).
FISCAL DEL DISTRITO. - En virtud de la autoridad que me ha sido conferida como Fiscal del Distrito del área siete de la Ciudad, tengo la obligación de celebrar la ceremonia de juramento en la que todos los cadetes presentes inclinarán sus cabezas en señal de alianza con el Estado. Ahora, repetiré el juramento de autoridad por el que vendrán autorizados a hacer cumplir las leyes del Estado y las Compañías, es decir, las leyes tal como las decretan el Estado y las Compañías. ¡Inclinen las cabezas! (Se aclara la garganta). Juro que existen evidencias razonables para sospechar que en cada casa, lugar o emplazamiento existe algo con respecto a lo cual se ha cometido, o se sospecha razonablemente que se ha podido cometer, un delito. (Hace una pausa). Por consiguiente, doy una orden judicial permanente a todos los patrulleros presentes, así como todo el apoyo que necesiten, para entrar en cualquier momento, en cualquier casa, sitio o emplazamiento, e incautarse cualquier cosa que puedan hallar.
(Un millar de hombres son puestos firmes, dan media vuelta, la música comienza de nuevo, y se alejan marchando.)
FISCAL. - Entre, patrullero. (Se cierra una puerta). Bien, ¿Así que es usted uno de mis brillantes jóvenes?
KOL. - (Modestamente): Bueno, yo...
FISCAL. - ¿No se le concedió el cohete de honor en el desfile de promoción?
KOL. - Sí, señor.
FISCAL. - (Secamente): Sí. (Hace una corta pausa). Veamos. Ya se le ha señalado como mi posible asistente en alguna fecha... futura. Sabemos que sus estudios le han dado buenas nociones de la historia mundial y de los procedimientos de mantenimiento de la ley. Por mi parte, creo que lo que necesita es alguna experiencia práctica. ¿Tiene usted ambiciones?
KOL. - (Modestamente): Oh, bueno, no he pensado...
FISCAL. - (Sugiriendo): ¿Asistente del Fiscal del Distrito? (Una larga pausa). ¿Quizá incluso Fiscal del Distrito? (Una corta pausa). ¿Tal vez Fiscal Supremo? No hay nada, absolutamente nada, que pueda detenerlo. Aquí tiene sus órdenes. Irá a recoger su coche patrullero personal y lo llevará a la Torre de Justicia de esta área, asumirá el control de los procedimientos, con la responsabilidad especial de defender la Máquina de Imágenes número tres.
KOL. - ¿Una Máquina de Imágenes...?
FISCAL. - (Interrumpiendo): ¿Dispuesto a partir?
KOL. - Esto, enseguida, señor.
FISCAL. - Buen chico. (Una corta pausa). Lo que deja únicamente por resolver un asunto...
KOL. - (Inseguro): ¡Sí!
FISCAL. - Su Premio. (Hace una corta pausa). ¿Ha escogido? ¿Le gustaría dar otro repaso al álbum... (Con aire divertido:) ... para refrescar su memoria?
KOL. - No es necesario, señor.
FISCAL. - El mejor cadete de cada promoción tiene derecho a que se le suministre inmediatamente una P.P.P.P.: una policopia de premio para el personal privilegiado, suministrada por una de nuestras Máquinas de Imágenes. (Una corta pausa). ¿No le parece un buen incentivo para un buen aprovechamiento de los estudios? (Pausa). Y, ¿a quién de los vastos anales de la historia mundial ha escogido usted para que le haga compañía La lista, aunque no infinita, es prácticamente ¡limita- da. (En voz baja): ¿Hombre o mujer?
KOL. - Mu... mujer, señor.
FISCAL.- ¿Qué pequeño cubo de gelatina con una pequeña muñeca en su interior extraerá el ingeniero de su archivo para reproducirla para usted? Déjeme ver... Elena de Troya era tremendamente popular cuando se empezaron a usar las Máquinas de Imágenes. No obstante, pronto declinó su popularidad, cuando se hizo notorio que los científicos habían tenido que usar una actriz para representar a la mujer inmortalizada por la literatura. Era bastante buena vista desde el otro lado del proscenio... (Pensativo) incluso cuando era un teatro con el escenario en pista; pero en lo que se refería al resto... ¡buf!... Me temo que dejaba mucho que desear. Muchas otras damas famosas sufren del mismo defecto: Cleopatra, la reina de Saba, Madame Pompadour, la Eva original, junto con muchas otras mujeres de notoria y escandalosa prosa. Oh, sí, me las han pedido todas, en el tiempo que llevo aquí. (Pausa). Miré, dele esta (rompe un papel) orden a McToxic, el especialista en genética que está en el sótano. Es el científico encargado de la Máquina de Imágenes. Adiós, patrullero, y buena suerte.

(Viaje a través de la ciudad. Música del viaje. Quizá un tema derivado del cliqueteo del limpiaparabrisas mientras el coche acelera por la ciudad).
KOL. - ¿El Señor McToxic?
MCTOXIC.- ¿Quién es usted?
KOL. - El patrullero Kol. Se me ha asignado a esta torre.
MCTOXIC. - ¡Ah, sí, ya lo he oído! ¿Y qué puedo hacer por usted, jovencito?
KOL. - Esto... tengo un papel...
MCTOXIC. - Ah, una P.P.P.P. Una sílfide rubia ceniza, ¿eh, chico afortunado? No es tarea mía el argüir o dar consejos. (Ruidos).
KOL. - ¿ Qué es lo que hace?
MCTOXIC. - Comienzo el proceso. No se puede poner en marcha esto así como así; ni hablar. La Máquina de Imágenes es al mismo tiempo el arma definitiva y la herramienta indispensable.
KOL. - (Algo asombrado): ¿Eh?
MCTOXIC. - ¡Naturalmente! Puedo producir tantas policopias como quiera de cualquiera de los cubos de mis archivos. Por ejemplo, podría colocar el cubo de un soldado en la máquina, y producir un ejército de un millón de guerreros totalmente entrenados y equipados, y así, dominar el mundo.
KOL. - ¡Oh! No había pensado en eso.
MCTOXIC. - Pues debería, amigo, debería. 0, por el contrario, podría ponerme de acuerdo con una empresa industrial y proveerla de un millón de ingenieros expertos o programadores. Puedo crear y aniquilar a mi antojo, es decir, podría hacerlo si tuviera mano libre, y precisamente por eso es por lo que no la tengo. (Ruidos). Ahora estoy alimentando los detalles de su petición a los computadores del Estado y las Cuatro Grandes Industrias. Sin una aprobación unánime, no puedo proseguir. Ah, ahí están: cinco luces verdes. Ahora pediré el cubo-matriz de la sílfide rubia ceniza a mi archivo, (Más ruidos, que terminan con un pop). Y aquí está, ¿la ve en el interior de ese cubo de gelatina, como una muñeca en miniatura?
KOL. - Sí. Así es.
MCTOXIC. - Ahora compruebo mi instrumental, para ver que haya una adecuada cantidad de protones, neutrones y electrones en las bancadas... Ah, sí. Ahora, compruebo de nuevo que todos los sistemas estén verdes... coloco el cubo-matriz de la damisela en el horno, cierro la puerta... aprieto el botón de puesta en marcha, y ¡apártese todo el mundo! (Ruidos representando el complicado proceso).
(Hablan ahora los narradores. Son dos, que alternan sus intervenciones. De aquí en adelante, cuando hablen, su diálogo vendrá indicado entre comillas).

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