CONTENIDO LITERAL

("Brumose", comentario de Julián Díez. Derechos de autor 1997, Gigamesh)

La aparición de este volumen supone un doble hito: el lanzamiento de una nueva colección a cargo de alguien con la competencia de Alfredo Lara y la publicación de una nueva recopilación de relatos de Carlos Castrosín, un escritor de unas autoexigencias estéticas importantes y que aquí marca un nuevo jalón de interés en una carrera que debe llevarle, como a otros talentos recientes, lejos de la cf y hacia un mercado más amplio.
Se trata de cuatro relatos que se entrelazan en el último, sin duda el mejor y el que dota de toda su auténtica carga de significado a la recopilación. La obra en conjunto forma una breve aunque sustanciosa crónica del fracaso de la exploración humana en el planeta Brumose, un lugar helado en el que las fuerzas de la naturaleza ponen en su lugar a los arrogantes terrestres.
Al margen de la escasa originalidad del argumento desnudo, Castrosín dota a las historias de atractivo con una creación de atmósferas de aroma lovecraftiano y un verbo algo frío pero siempre exacto, muy trabajado, que puede resultar en ocasiones árido pero que contribuye decisivamente a crear el tipo de sensaciones que el autor pretende conseguir en el transcurso de las páginas. La excesiva voluntad estilística que a veces ciega un poco a Castrosín está bajo control en esta ocasión y la obra, recomendable, sirve para incrementar su prestigio.