CONTENIDO LITERAL

("Arena", comentario de Alejo Cuervo. Derechos de autor 1996, Gigamesh)

¿Cómo explicar si no el mutismo con el que ha sido recibida una novela tan importante como Arena? Y es que no es ninguna broma: se trata de la primera novela basada en el universo de Magic: El Encuentro, el juego de cartas de fantasía que ha revolucionado los ambientes lúdicos del mundo entero. Está escrita por un profesional tan destacado como William R. Forstchen, especialista en novelas por encargo a quien ha llegado a recurrir el mismísimo Newt Gingrich. Y... y, además, si te la compras, encima ¡te regalan dos cartas exclusivas que no pueden conseguirse de otra forma!
Bromas aparte, si a alguien le interesa saber qué tal está Arena, la respuesta es mal, francamente mal. Forstchen no demuestra tener el más mínimo interés en lo que escribe y el libro reúne todas y cada una de las lacras típicas de las novelizaciones más descaradas, sin preocuparse siquiera por hacer mínimamente verosímil el ambiente en el que se desarrolla. Mi impresión es que los de Wizards (la editorial de juegos responsable de Magic) se precipitaron ligeramente al poner en marcha la colección de libros y siguieron adelante con un libro que nunca debería haber visto la luz. En comparación, la trilogía que le sigue es hasta potable, y tiene destellos ocasionales que evitan que su lectura pueda resultar demasiado molesta. (Y, según cuentan por ahí, las dos siguientes de la misma colección podrían ser incluso dignas.)
En definitiva, el libro no tiene interés alguno para el lector de a pie, y para el aficionado al juego, el caramelo de las cartas de regalo es relativo. Coleccionismo aparte, la denominada Arena puede resultar útil en una baraja de tipo II basada en criaturas, aunque no deja de ser una carta prescindible. Y puestos a hacer incisos, decir de paso que Magic, el juego, es excelente, y que cualquier aficionado al género que sienta un ápice de curiosidad debería probarlo.