CONTENIDO LITERAL

("Intruso [el]", comentario de Susana Vallejo. Derechos de autor 1996, Gigamesh)

También dentro del ámbito del terror, Edaf inicia con El intruso la publicación de las obras completas de un clásico, H. P. Lovecraft, reuniendo por orden cronológico relatos que ya han sido publicados anteriormente, y añadiendo al final del libro los primeros cuentos realizados por el autor (de los que no hay que perderse al menos el primero, "La bestia de la cueva"), y tres fragmentos inacabados que le dan el toque exótico -supongo- al volumen.
No hay nada que no se haya dicho ya acerca de la obra de Lovecraft, el creador de la mitología de Cthulhu y la leyenda del Necronomicón (todavía hay por ahí algún despistadillo convencido de que Abdul Alhazred existió realmente y escribió un libro cuyas páginas vuelven loco a todo aquel que las ojea, y no es broma: una consulta al respecto hecha en Internet recibió veinte respuestas explicando que se trataba de una invención de Lovecraft, catorce que se lo atribuían a Edgar Allan Poe, y cuatro que aseguraban que el Necronomicón existe realmente y está perdido -o acaso oculto- en algún lugar remoto del planeta). No se puede negar a estas alturas el talento, o al menos el gancho, de Lovecraft; aunque reconozco que su lenguaje barroco y sus temas reiterativos terminan saturándome a la larga. En cualquier caso, este volumen reúne auténticas obras maestras como "El intruso" que da título al libro, "Herbert West, reanimador" o "Dagón", relatos que por sí solos hacen imprescindible esta primera entrega de la obra lovecraftiana al completo.