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("Corazones de madera y otros cuentos intemporales", comentario de Héctor Ramos. Derechos de autor 1995, Gigamesh)

William Kotzwinkle es un autor norteamericano cuya impronta más destacada en el mundo de la fama fue la novelización de E.T. el extraterrestre, pero que comenzó su carrera escribiendo literatura infantil, y que desde entonces, con la general indiferencia de las editoriales de nuestro país, ha estado traspasando las fronteras internas de la ciencia ficción y de la fantasía con su abundante producción.
Ahora, editorial Lumen recupera cinco cuentos breves de este autor, con la calificación de "intemporales" que ya debe prevenirnos sobre su voluntad clasicista. Y así resulta cuando nos relatan la aventura de un tiovivo que cobra libertad, el sueño de un cazador de mariposas o el reinado de un leñador en el mundo de las hadas. El libro de Kotzwinkle es un respiro de candidez entre antologías enérgicas que desgastan al lector. El trabajo de ilustración de Joe Servello, magnífico por otra parte, vuelve a recordarme la conveniencia de conciliar el descubrimiento de información del relato con la posición de las imágenes en el mismo, por muy decorativas que resulten.