La otra recomendación no puede ser menos encendida. Se trata del libro de Pablo Capanna acerca de Philip K. Dick, Idios Kosmos, recientemente publicado en Argentina. Quienes disfrutaron (por lo que sé, no fueron pocos) con el artículo acerca de Cordwainer Smith que apareció en el anterior número de Gigamesh, a buen seguro que no quedarán decepcionados por este acercamiento del pensador argentino a otro de sus "amigos muertos". Al margen de que se esté de acuerdo o no con sus opiniones (y es difícil rebatir a quien ha madurado su pensamiento de forma tan profunda), se hace difícil no empatizar con el amor que desprenden las páginas de este libro hacia el autor californiano.
Desde un punto de vista simplemente intelectual, la obra es sobresaliente. Capanna aporta una información muy completa sobre la vida del autor (si siempre pensaron que Dick era un tío raro, es que no saben en qué clase de movidas llegó a complicarse), analiza sus novelas y cuentos con una mezcla sana de perspectiva y pasión personal, y termina incluso comentando el resto de las obras críticas en torno a la figura, tantas veces víctima del entusiasmo de sus seguidores, del autor de Ubik.
Pero más allá del análisis, están los hombres. El hombre Dick, genial, árido, inquietante, y el hombre Capanna, esforzado, emocionado, inquieto. La conjunción de ambos da un libro que resulta algo más que un estudio sobre un escritor: es una prueba de amor y es un trabajo señero. Una muestra más de que es posible trabajar con seriedad dentro del campo de la ciencia ficción siempre que el amiguismo no encubra el análisis (esto, no sé por qué, me recuerda a algo que comenté al principio de estas líneas) y siempre que el trabajo esté respaldado por el trabajo y el método. Quienes sean aficionados a Dick como yo llegarán a sonreír por pura complicidad con estas páginas, mientras el más oscuro de los detractores no podrá evitar la tentación de echar una nueva mirada sobre algún libro del polémico Philip K.