CONTENIDO LITERAL

("Ladrón de días [el]", comentario de Xavier Riesco Riquelme. Derechos de autor 1995, Xavier Riesco Riquelme)

Clive Barker es un escritor/director/guionista sobradamente conocido por su labor en varios campos -con diferente éxito. Sin embargo la labor primordial de Clive Barker es la de escritor. Su talento indudable como escritor de terror, especialmente en el género del relato corto, le llevó a ser considerado uno de los escritores revelaciones de los ochenta, y su diseño particular de universos artísticos lo ha convertido en una especie de heredero de serie B de los delirios de W. S. Burroughs, (como escritor) H. P. Giger (como inventor de nuevas formas orgánicas) y el marqués de Sade (como revolucionario estético). De sus libros publicados anteriormente en España destacaría Los libros de sangre, la mejor colección de relatos de terror contemporáneo de un sólo autor, Sortilegio, El juego de las maldiciones y las cincuenta primeras páginas de El gran espectáculo secreto (aunque parezca una broma). Su última gran obra, Imajica, permanece inédita en España.
Sin embargo el libro que nos ocupa dista bastante de las coordenadas habituales en su obra. El miedo sigue siendo su fuente de inspiración, pero la forma que adopta esta vez es la de la literatura infantil: el cuento de hadas siniestro -pero cuento de hadas al fin y al cabo. Barker explora entre otras cosas el mito de Peter Pan, la voluntad de querer ser eternamente niño, un cierto tipo de vampirismo (tiempo en vez de sangre) e incluso el pacto faústico en el que una de las partes -el niño- no comprende exactamente el precio a pagar. En vez de dedicarse a los excesos habituales en su obra, Barker adopta un tono contenido que se adapte a su intención de fábula infantil. Asumo que esto es debido a que no le hace falta sobrecargar el tono del relato con otro tipo de detalles y a que verdaderamente se trata de un experimento sobre la forma del cuento para niños. Pese a esto Barker se las arregla para darle el adecuado tono siniestro al relato dentro de los límites de la forma que ha elegido.
El mérito del libro consiste en eso; en ser un libro escrito por un autor bastante salvaje y contenerse a propósito. En demostrar que se puede escribir una fantasía oscura y sin embargo darle exactamente el nivel que se pretende. En realidad es una pena que este ejercicio de nivelación y adaptación del contenido no lo hubiera llevado a cabo antes en su obra El gran espectáculo secreto donde el desarrollo de una gran idea acaba perdiéndose en una mascarada de personajes, situaciones y monstruosidades. El propósito de Barker era escribir un cuento de hadas y eso es lo que hizo. Puede sorprender bastante al lector asiduo de Barker, y tampoco entiendo su publicación en una colección como la de Grijalbo, pero es un buen libro siempre y cuando el lector entienda que está leyendo simplemente un cuento. Esta intención es clara en cuanto vemos que el libro posee ilustraciones del propio Barker a juego con ese tono de cuento de horror. Es una obra menor en la producción de Barker, pero mucho más redonda en su falta de ambiciones que otras obras anteriores- teniendo en cuenta que Barker es un escritor con algunas de las ideas y concepciones más asombrosas del género de terror, un auténtico renovador en su época.