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("HispaCón'91: una rosa en diciembre", artículo de Ricard de la Casa y Joan Manel Ortiz. Derechos de autor 1992, Ricard de la Casa y Joan Manel Ortiz)

La última convención de Ciencia Ficción que se celebró en España tuvo lugar en Sevilla en 1979. Hace pues más de diez años de ello, demasiado para la vida media del fándom. Así pues la HispaCon'91, celebrada en Barcelona al calor del pasado resurgir (y ya en plena recesión) de las colecciones de literatura fantástica, ha sido sobre todo el esfuerzo de las nuevas generaciones que alientan este fándom nuestro, tan escaso como frío. Bien es verdad que la anterior "generación" ha apoyado la idea y ha participado en ella, dando así la "alternativa" a una naciente organización, la Asociación Española de Fantasía y Ciencia Ficción, que tenía en su contra no sólo la falta de tiempo material para organizarla, sino la inexperiencia en la organización de tales actos.
Hubo tres escritores invitados de verdadero lujo: Angélica Gorodischer, en el papel de Maestra de ceremonias, Rafael Marín Trechera, reciente ganador, ex-aequo con Ángel Torres Quesada (ver noticia al respecto) del Premio UPC (Universitat Politécnica de Catalunya) y el conocido escritor británico Terry Pratchett, del cual las editoriales Martínez Roca y Timun Mas presentaban sendos libros esos días. Además, como participantes de las mesas redondas, actuaron gente del prestigio de Domingo Santos, Luis Vigil, Miquel Barceló y Carlos Sáiz Cidoncha que se mezclaron con un largo etc. de gentes de las nuevas generaciones. Entre ellos cabe destacar a Javier Redal y Juan Miguel Aguilera, escritores de éxito con sus novelas Mundos en el abismo e Hijos de la eternidad, publicadas por Ultramar.
Durante los dos días que duró la Convención, 21 y 22 de diciembre, cuatro fueron los focos principales de la misma:
1/ El Cine: Un programa variado y para todos los gustos, al cual sólo se le podría criticar una excesiva diversificación que impidió que este apartado asumiera cierta entidad propia. Dio la impresión de que las películas se pasaban como actividad alternativa y de ocio. Algo de fantasía felliniana Historias extraordinarias, un trago de especulación dura Solaris de Tarkowski una pizca para los trekies con Star Trek V de Shattner, unas gotas de Star Wars con El Retorno del Jedi de Manquand y un poco de terror con El terror que vino del espacio de Rusell.
2/ Una excelente exposición de Ciruelo Cabral con sus mejores obras sobre dragones y algunas maquetas de los mismos.
3/ La sala de venta, en la cual destacaban con fuerza la mesa de la recién nacida Asociación Star Trek de Cataluña (videos en marcha, luces, juegos, boletín de la asociación y todos los socios vestidos a la usanza de la serie) y la mesa de BEM que presentaba como primicia el número de enero del 92 y las nuevas camisetas con el logotipo de BEM (y su cohete); a destacar el sorteo entre los asistentes de una suscripción gratuita, una camiseta y un lote de libros. Axxón, la revista electrónica argentina, también estuvo presente de la mano de Fernando Bonsembiante que pudo contar (tras verdaderos esfuerzos de la organización) con un ordenador para mostrar esa joya que es Axxón. Varias editoriales desplegaron sus novedades incluidas algunas pequeñas como Tridente que llevó, para la ocasión, sus dos últimas novedades. La sala escogida fue perfecta ya que permitía a los aficionados pasear cómodamente por las diversas mesas y dar una sensación de calor y tranquilidad. En la misma tuvo lugar, durante los dos días, la firma de ejemplares de todos aquellos escritores que la visitaron.
4/ Debates: Por supuesto el plato fuerte de la Convención fueron las mesas redondas. El Salón de actos de la Casa de la Caritat con su reducido aforo, prestó el marco íntimo necesario para la comunión entre los participantes y los aficionados asistentes. El día 21, sábado se realizaron 6 mesas redondas (una anulada y trasladada al día siguiente por el retraso de dos de los invitados), y 8 el domingo 22. El primer día, a pesar de los punzantes y sarcásticos comentarios en algunos momentos o divertidos en otros, se caracterizó por un general pesimismo en las conclusiones de las principales mesas, por la noche se oyeron algunos comentarios como que habían sido "de rompe y rasga", "casi lloro de tristeza" etc. Así sólo se salvó de esta particular apreciación la mesa redonda "Sudacas y SF", las demás: "Space Opera", "El panorama de la SF en España", "La traducción en el género", "Nueva dimensión" y "Escribir SF en España" dieron una imagen negra de los temas tratados, sobre todo la de "El panorama de la SF en España", "La traducción en el género" y "Escribir SF en España". Todo esto cambió al día siguiente, en el que la visión fue mucho más positiva (los temas tratados lo permitieron), así "Fanzines", "Ciencia Ficción y BBS's", "Star Trek", "El cyberpunk", "Nosotros los culpables", "Los dragones", "Matar a Gandalf" y "SF y mujeres" ofrecieron, en general, una imagen mucho más positiva que la del día anterior. El sentir más generalizado al término de las mismas es que hay una esperanza en el futuro que nos aguarda, y algunos de los defectos, puestos de manifiesto espectacularmente en "El cyberpunk", "Matar a Gandalf" y "SF y mujeres", pueden estar solucionándose. Star Trek está viviendo un momento especialmente dulce en Cataluña, merced a la programación de las series en las cadenas autonómicas y la puesta en marcha del club. En "Fanzines" y "Ciencia Ficción y BBS's" se habló de las nuevas tecnologías y la ayuda que prestan al fándom y en "Nosotros los culpables" se comentaron los esfuerzos para sacar adelante un proyecto de la magnitud de una HispaCón. Antes y después hubo sendos discursos el primero de inauguración por Terry Pratchett, que nos contó (se dispuso, en una alarde organizativo de traducción simultánea a cargo de Albert Solé) sus particulares experiencias con los ordenadores y la forma de escribir sus novelas. El segundo, el de clausura la HispaCon'91 se dio por terminada el domingo noche con el parlamento de Rafael Marín Trechera, fue mucho más relajado y tranquilo, gracias sobre todo a la copa de cava servida a los asistentes. El escritor gaditano aprovechó la ocasión para convocar a todos los aficionados a una nueva reunión en Cádiz en mayo del 92, dando así una solución de continuidad a las actividades CF de las que tan falto esta el fándom hispano.
Si bien las mesas fueron sin lugar a dudas lo más importante, se aprecié una excesiva abundancia de las mismas que perjudicó a los asistentes, ya que difícilmente se podía seguir el ritmo impuesto por la organización. El domingo, justo a las 13 horas tuvo lugar la entrega de los premios Gigamesh (organizados por la librería del mismo nombre desde hace ya más de un lustro), Ignotus (AEFCF), votados el día anterior por los asistentes y Aznar (AEFCF) votados por un jurado de la Asociación. Los primeros recayeron en...
Novela de CF: Neverness de David Zindell.
Antología de CF: desierto.
Cuento CF: "Unidad de Cuidados Intensivos" de J. G. Ballard.
Novela de Fantasía: Aegipto de John Crowley, La perla verde de Jack Vance.
Antología de Fantasía: El cazador de jaguares de Lucius Shepard, y Kalpa imperial de Angélica Gorodischer.
Relato de Fantasía: "Así es el Sur" de Angélica Gorodischer y "Retrato de la emperatriz" de la misma autora.
Novela de Terror: Siempre hemos vivido en un castillo de Shirley Jakson y El ejecutivo de Thomas Dish.
Antología de Terror: desierto.
Relato de Terror: "Los Hijos del Reino" de T. E. D. Klein.
Mejor Colección: Ultramar Ciencia Ficción.
Mejor Fanzine: BEM.
Menciones especiales: a Agustín Jaureguizar por la labor de su vida, a David Pringle por su Ciencia ficción: Las 100 mejores novelas y a Miquel Barceló por su Ciencia ficción: guía de lectura.
A destacar nuestra victoria en el apartado de fanzines, por la labor desarrollada en el periodo comprendido entre agosto y diciembre de 1990. Según Alejo Cuervo se recibieron cerca de un centenar de papeletas.
En cuanto a los segundos, en los premios Ignotus llamados así en honor a José Elola y Gutiérrez, se recogieron 35 papeletas, y la mejor novela del año (recordemos que votados por los asistentes a la reunión, lo que otorga a la votación un carácter popular) recayó en Hyperión (premio Hugo 1990), de Dan Simmons, con 14 votos. El premio al Mejor Relato del año se fue a manos de Elia Barceló y su hermoso cuento "La estrella", publicado por BEM en su número 13 (octubre), con 14 votos, lo cual si tenemos en cuenta que en la misma lista se encontraba rodeada de escritores anglosajones de la talla de Lucius Shepard o George R. R. Martin publicados en formato libro, no deja de ser toda una proeza. En el apartado ilustración el premio se entregó a Don Maitz por su bellísima ilustración titulada "It Takes Courage" que sirvió para ilustrar la portada de la revista Gigamesh nº 1, que quedó con 11 votos casi empatado con el segundo, que fue Josh Kirby y la portada de Ritos iguales segunda entrega del Mundodisco de Terry Pratchett, que consiguió 10.
En lo que hace referencia al premio Aznar (en honor a Pascual Enguídanos Usarch), César Mallorquí con "El mensaje perdido. A Orajabía Suncaí e Gedeón Montoya" fue quien se llevo el gato al agua y, a juzgar por los comentarios del jurado, de forma merecida. El relato arranca con fuerza y estilo y contiene algunas frases en calo (el protagonista es de raza gitana). Realmente un buen cuento, aunque al final pierda un poco de esa fuerza.
Un momento particularmente emocionante de los premios fue el de la entrega de la Mención Especial (Gigamesh) y la de Labor de toda una Vida (Ignotus) a Agustín Jaureguizar, nombre verdadero de aquel legendario Augusto Uribe, firma que los aficionados más veteranos no pueden separar del recuerdo de Nueva dimensión. Glosar aquí la vida de este hombre es imposible; el aplauso, caliente, vibrante, largo, intenso y emotivo, a pesar de la juventud de muchos de los asistentes demostró que nadie se ha olvidado de este prohombre de la ciencia ficción española, apartado estos últimos años de la actividad por un problema físico. Desde aquí, BEM quiere rendir su particular homenaje a este hombre que lo ha dado todo por la CF.
Fueron dos días intensos para la gran mayoría de los asistentes. Afónicos, cansados pero felices, muchos aprovechamos para conocernos las caras, para estrechar lazos de amistad, para charlar con unos y otros, para aclarar malos entendidos, para buscar un aparte con tal o cual, escuchar debates interesantes, conseguir la entrevista, la foto, para intercambiar puntos de vista, tomar un refresco, charlar con éste escritor o aquel y comprobar que son personas accesibles, simpáticas y agradables, que les encanta firmar libros y sentirse queridos. Para hablar de nuevos proyectos y echar una mirada al futuro. Para sentir el refrendo de esos ciento y pico participantes que se acercaron en un momento u otro al maravilloso marco de la HispaCón: La Casa de la Caritat. Para sentir en definitiva que este fándom nuestro, sigue viviendo y goza con actividades a imagen y semejanza de las Convenciones Mundiales.
A pesar de los inconvenientes y los problemas, creemos que la AEFCF ha salido airosa del reto. Incluso se publicó el boletín Pórtico y se entregó a los asistentes, en un esfuerzo económico de tiempo y trabajo digno de encomio, el fanzine conmemorativo del evento. Es evidente que hubo cosas que no salieron como se pretendía, que hubo aspectos que son mejorables, algunos fallos... pero ¿qué actividad no los tiene? Hubo escaso público, todos hubiéramos querido ser más, seguramente como resultado de la escasa publicidad que tuvo y el poco tiempo con que contaron los organizadores para prepararla (se convocó en septiembre), pero los resultados fueron más que satisfactorios. A destacar el excelente trabajo de los miembros de la AEFCF que sacrificaron su tiempo, y sus intereses personales, para atender a los aficionados, cediendo todo el protagonismo de la Convención a los mismos asistentes y entre todos ellos, destacar especialmente la labor callada, generosa y eficiente de Ignacio "Nacho" Maroto, verdadero motor de la misma. Para aquellos que amamos el género, ésta Convención ha sido, por muchos motivos, un estupendo e inesperado regalo de Navidad. BEM quiere felicitar a la AEFCF, a todos aquellos que han colaborado en la organización, a aquellos que han participado en la misma y a todos los aficionados asistentes, por su entusiasmo y por transmitir esa alegría que se hizo palpable durante los dos días de la Convención; entre todos han demostrado algo muy importante. Que si se quiere se puede. Que el futuro es nuestro. Sólo hay que saber alargar la mano y agarrarlo con fuerza.