CONTENIDO LITERAL

("Antes del imperio", comentario de Eduardo J. Carletti. Derechos de autor 1994, Eduardo J. Carletti)

Hasta hace poco nos quejábamos de la falta de material de CF en castellano de cierta longitud, más precisamente la falta de novelas del género en nuestro idioma. Luego de eso Nueva dimensión publicó dos famosos engendros, llamados Dios de Dhrule y Dios de Kerlhe, que produjeron un estallido de ira en los que vieron desperdiciadas cuatro mitades de la revista en obras de calidad bastante menor que mediana. Luego de eso aparece Antes del Imperio de Carlos Sáiz Cidoncha, publicada por el fanzine Space Opera. Y desgraciadamente me tocó a mí comentarla
Así que empecemos:
Es evidente que, consciente o inconscientemente, los autores de cualquier obra creativa se verán influenciados por su formación y por las obras que han leído, visto, escuchado, etc., según sea su área artística. En el caso de escritores, creo que la influencia del material leído es muy fuerte, muy muy fuerte, hasta el punto que podría descubrir el nivel hasta el cual ha llegado un escritor en sus lecturas por el nivel de lo que hace. Si aplicamos este razonamiento al caso de esta novela y concretamente lo usamos con su autor, parecería que Cidoncha ha leído muchísimo de la obra de H. P. Lovecraft y otro tanto de aventuras de corsarios y la Legión Extranjera. No parece que se haya interesado mucho en lo principal de la producción de CF de los últimos tiempos ni tampoco haya querido o podido (consciente o inconscientemente) agregar algo a ella. Antes del Imperio es un libro de aventuras, recomendable para jóvenes muy jóvenes que se inician en la lectura, que en lugar de leer algo de Salgari o de piratas que exclaman Sacré blue! podrán leer una de naves espaciales y diversas monstruosidades muy maléficas e invencibles que resultan fácilmente vencidas por un aventurero que grita constantemente Ah, diable!, Sacré nom!, Mon amí!, Sacré!, Ah parbleu! o Nom d'un loup! La receta general, para quien le interese el argumento, puede abreviarse así:
Tres aventureros espaciales se enfrentan con los horrores de las profundidades en diversas partes de la galaxia. Cuando parece que todo se acaba, cuando parece que serán vencidos, cuando uno de los muchachos está al borde de una horrible muerte... ¡no se preocupe , amigo!... que sacará de un bolsillo un peligrisador instantáneo, que casualmente su mamá le había puesto para evitarle un resfrío (y que el muchachito había olvidado que tenía hasta el último momento), ¡y con ello vencerá las invencibles malignidades del universo! Si después de esto alguien más se queja de la falta de novelas, bueno... ¡Se puede creer en cualquier cosa!