CONTENIDO LITERAL

("Un anillo alrededor del sol", comentario de David Pringle. Derechos de autor 1990, David Pringle)

El "anillo" al que se hace referencia en el título es un anillo metafórico de Tierras planetarias; cada una ocupa un distinto continuo paralelo de espacio y tiempo. Todos esos mundos, excepto el nuestro, son territorios vírgenes, no habitados por el hombre. Si suponemos, como hace Simak en la novela, que es posible viajar entre los mundos paralelos, se hace realidad el sueño perfecto del lebensraum: suficiente tierra para una expansión indefinida de la raza humana, sin tener que abandonar la superficie del planeta que conocemos y amamos. Es una fantasía inalcanzable, pero seductora.
La historia se desarrolla en 1977, veinticinco años después de la fecha en que fue escrita. La guerra fría entre los Estados Unidos y la Unión Soviética todavía continúa (uno se pregunta cuántos lectores de Simak en 1953 creían que efectivamente la guerra fría continuaría en 1977), el mundo está plagado de desgracias, de crisis militares y económicas. Mientras hay hambrunas en Asia, los ciudadanos comunes de los Estados Unidos se evaden jugando a representar distintos roles. El personaje central, Jay Vickers, es un escritor que lleva una vida más bien solitaria en un suburbio rural de Nueva York. De pronto comienzan a pasar cosas extrañas que alteran el orden del mundo que le es tan familiar. Una nueva y misteriosa empresa empieza a comercializar hojas de afeitar y bombillas eléctricas de duración ilimitada; poco después ofrece casas y automóviles baratos y, lo más preocupante de todo, comida gratuita.
Un anillo alrededor del Sol (Ring around the Sun) es, esencialmente, una fábula increíble sobre la destrucción del capitalismo. Ciertos seres humanos mutantes han descubierto que pueden acceder a mundos paralelos por medios mentales. En uno de esos vírgenes planetas Tierra, se han construido fábricas automatizadas que producen a gran velocidad alimentos, vestidos, electrodomésticos, coches y viviendas de gran calidad. Los mutantes introducen los bienes en nuestro mundo y los utilizan para socavar el sistema económico. Las fábricas dejan de producir, todas las industrias quiebran, y la gente se queda sin trabajo. A los desocupados se les obliga a abandonar este mundo y a ingresar en un continuo paralelo para convertirse allí en colonizadores. Todo esto se hace por el bien de la humanidad, para superar el estancamiento provocado por la guerra fría y evitar así una hecatombe nuclear. Jay Vickers descubre que él también puede ser un mutante; su medio para llegar a la primera de las Tierras paralelas, el "mundo fabril", consiste en revivir un momento feliz de su infancia hiptonizándose a sí mismo mientras observa una trampa de colores brillantes.
Es realmente una fábula increíble, y por momentos confusa, lo que no beneficia a la obra. Aunque el estilo es sencillo -en realidad, tan sencillo que parece trivial, Simak introduce un nuevo giro argumental en casi todos los capítulos, de modo que la impresión final que tiene el lector es la de un libro muy ornamentado: en parte relato de misterio, en parte sátira sobre la era macarthista (con sus temores a la conspiración interna), en parte meditación bucólica, en parte especulación económica, en parte un relato de sorprendentes aventuras con mutantes, robots y maravillosas panaceas tecnológicas.
La carrera de Clifford Donald Simak (nacido en 1904) ha sido más larga que la del resto de los autores norteamericanos de cf. Publicó su primer cuento en una revista en 1931, y aún continuó produciendo novelas en la década del ochenta. Campesino romántico en el fondo de su corazón, siempre ha demostrado antipatía hacia las ciudades, hacia el sistema económico capitalista (aunque es más populista que socialista) y hacia la vida moderna en general. Un anillo alrededor del Sol fue su tercera novela, y es una de las que mejor reflejan sus obsesiones. A pesar de su complejidad y confusión, es una obra hondamente sentida.