CONTENIDO LITERAL

("Sonrisa del gato [la]", comentario de Pedro Jorge Romero. Derechos de autor 1995, Pedro Jorge Romero)

Rodolfo Martínez se ha caracterizado a lo largo de sus años como escritor por su constancia y su capacidad para plantearse obras ambiciosas. Jamás se ha conformado con escribir los cuentos de cuatro páginas que han sido hasta ahora lo habitual en la ciencia ficción española (por suerte, las cosas están cambiando) sino que ha intentado escribir y ha escrito novelas. Ahora tenemos la oportunidad de disfrutar de la primera de ellas (su primera novela publicada, que no su primera novela escrita) de la mano de la colección Futurópolis de Miraguano.
Y como carta de presentación de un autor, hay que decir que no está nada mal, es más, está francamente bien. En esta ocasión, Rodolfo Martínez, en una de sus ya habituales mezclas de géneros, ha querido escribir una historia de espionaje aderezada con algo de Oliver Twist, y mucho de ciberpunk y space opera. El resultado de esta sorprendente combinación, es una novela entretenidísima de leer, innovadora y prueba evidente de la capacidad de su autor, que ya ha demostrado en algunos de sus cuentos, combinando y manejando géneros y registros distintos.
La acción está contada desde el punto de vista principal de Memo, que durante un largo interrogatorio va relatando los acontecimientos de La Peonza, una estación espacial científica en la zona neutral entre dos grandes imperios galácticos. Memo es un chico de la calle que trabaja para Chandler, y durante lo que parece ser un seguimiento rutinario, se ve implicado en una trama de espionaje (organizada por un Dios que permanece en segundo plano). Para empeorar las cosas, una inteligencia artificial, Cheshire, se interesa también en el asunto.
Hasta aquí lo que uno puede contar del argumento sin estropear las sorpresas. Ahora unas consideraciones sobre otros aspectos de la novela.
Esta obra encaja dentro de un universo (Drimar) que Rodolfo Martínez utiliza habitualmente cuando precisa de un escenario galáctico. Pero ese universo no le ata demasiado y es utilizado más como un fondo adecuado que como algo desarrollado en profundidad. Por tanto, esta novela, que hace referencias a acontecimientos anteriores y posteriores, puede sin embargo leerse con toda tranquilidad, porque todo lo necesario para su compresión ya está aquí.
Uno de los aspectos más interesantes de la obra en su exploración del tema de la lealtad. En el fondo, las distintas formas de entender la lealtad es lo que pone en marcha la trama de la novela. Un Dios envía a uno de sus acólitos a espiar en una estación lejana. Chandler envía a Memo a espiar. Vaquero ayuda a Memo y Memo se enfrenta a Cheshire porque...
Bajo esta luz, es interesante comparar los personajes de Chandler y Dios. Cada uno tiene su grupo de seguidores y los utilizan para realizar sus tareas. Pero mientras Dios envía a sus seguidores a morir por él, Chandler se preocupa por los que trabajan para él. Uno es la imagen invertida del otro y cada uno exige y obtiene una lealtad de signo diferente. Son estos detalles y ambivalencias los que demuestran lo mucho que Rodolfo pone en sus novelas.
La colección Futurópolis nos ha hecho el gran favor de descubrirnos a un autor tan prometedor. Esta es un buena primera novela, la mejor obra de autor español publicada por Miraguano en los últimos tiempos. Esperemos que para leer la siguiente novela de Rodolfo Martínez no tengamos que esperar demasiado tiempo.