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("Intersection 1995", crónica de Editorial Interface. Derechos de autor 1995, Editorial Interface)

Con la asistencia de 7.000 personas (4.800 durante todos los días y el resto con pases de un día) se celebró, bajo el nombre de Intersection, del 24 de agosto hasta el 28 el quincuagésimo tercer Congreso Mundial de Ciencia Ficción en la ciudad escocesa de Glasgow. El lugar de la celebración fue el Scottish Exhibition & Conference Centre más algunos actos en hoteles de la zona. Las instalaciones eran muy amplias y centralizadas, pero al no celebrarse en un hotel fue difícil asistir a las fiestas nocturnas que se celebraban muy desperdigadas (a veces dos o tres simultáneamente en el mismo hotel). Intersection será probablemente el último Congreso mundial que se celebre en Europa antes de final de siglo.
En lo que a asistencia, mayor que el año anterior en Winnipeg, se refiere dominaron, como es usual, los americanos seguidos de los ingleses. La asistencia de otros europeos fue también muy alta destacando la fuerte presencia de los países ex-comunistas. La presencia de países del mediterráneo continuó en su tendencia a la baja, un signo preocupante al ser este congreso también una Eurocon (Congreso europeo de ciencia ficción). En total, la asistencia de españoles no superó la veintena. Sólo los autores Carlos Sáiz Cidoncha y Javier Redal se sintieron atraídos por el acto, y dentro de las responsabilidades editoriales sólo pudimos encontrar a Miquel Barceló (Ediciones B) y a Marcial Souto (Minotauro). En lo que a revistas se refiere, BEM y la Asociación Española de Fantasía y Ciencia Ficción (AEFCF) compartieron una mesa para exponer sus productos. Así mismo se distribuyeron ejemplares de Visiones 1995 y Ozymandias de Rafael Marín. Si comparamos con las actividades de otros países (como Rumanía que presentó varias antologías de autores rumanos en inglés) nuestra presencia quedó nuevamente desaprovechada, aunque no tanto como hacían temer las previsiones. Por ejemplo, en el caso de la Sociedad Europea de Ciencia Ficción (SECF) España volvió a estar presente de mano de sus delegados nacionales. En lo que al futuro se refiere, la Eurocon de 1996 se celebrará en Bulgaria (o Lituania si falla Bulgaria), la de 1997 en Irlanda y la de 1999 seguramente en Alemania. En cuanto a los congresos mundiales el de 1996 será en Anaheim, 1997 en San Antonio y 1998 en Baltimore (todos en EE UU).
En lo que a asistencia de autores se refiere, esta fue muy grande (después de todo, se celebraba en un país de habla inglesa). Entre los conocidos figuraban: Joe Haldeman, Lois McMaster Bujold, Mike Resnick, Hal Clement, Walter Jon Williams, Connie Willis, Terry Pratchett, Bob Shaw, Harry Harrison, Brian W. Aldiss, Samuel R. Delany (invitado de honor), Gregory Benford, Robert L. Forward, George R. R. Martin, Robert Silverberg, John Brunner, Iain Banks, Norman Spinrad, Brian Stableford, Gardner Dozois y muchos más.
Durante la celebración del congreso se publicó 14 números de un periódico interno llamado Voice of the mysterons más un número extra en broma y dos número especiales en memoria de John Brunner. En esos periódicos podía encontrarse información relativa a la marcha del congreso así como anécdotas, noticias y avisos.
La noticia triste del congreso fue el fallecimiento de John Brunner el 25 de agosto. Todos los que le conocieron destacaban lo mismo: no era un hombre fácil, pero todos le echarían de menos. Durante la ceremonia de entrega de los Hugo, Robert Silverberg subió al estrado para decir una palabras en memoria de John Brunner. Parece ser que era la primera vez que un escritor de ciencia ficción fallecía durante la celebración de un congreso mundial. Su muerte se añade a otras recientes de autores también clásicos de la ciencia ficción.
El programa del congreso fue, como es habitual, increíblemente variado. Cualquier tema bajo el sol era digno de ser tratado y es sorprendente la habilidad que tienen los organizadores de este tipo de actos para encontrar tema (aunque, la experiencia y la colaboración de los asistentes también cuenta). Por ejemplo, una pequeñísima muestra podría ser: "Creando una religión mejor", "Terraformación: la ciencia de Green Mars", "Congreso mundial para principiantes", "¿Son dos cabezas mejor que una?", "¿Qué es Filk?", "El futuro del inglés", "La enciclopedia de ciencia ficción: el fin de la historia", "Historias con tecnología alternativa", "Extraños vampiros", "Mecánica cuántica", "El extraterrestre más extraño", "El héroe a pesar de sí mismo", "¿Tiene la ciencia ficción dura que ser dura?", "¿Por qué se publica tanta basura?", "Escribir para Star Trek", "La iconografía de Escocia", "Nanotecnología", "Más allá del ciberpunk", "Batman versus Batman", "¿Altera la ficción tu mente?", "Tecnología y el genocidio de los nativos", "La máquina del tiempo: 100 años después", "No puedo cargar el fichero Capilla Sixtina", "Si nosotros gobernásemos el mundo", "La ciencia ficción y la muerte de dios", "Publicar en el mercado internacional", "El programa espacial soviético" o "Creando personajes". Estas mesas redondas se completaban con sesiones de firma de libros, reuniones con los autores, representaciones, pases de vídeo y cine, conferencias, un programa científico alternativo (incluyendo una simulación de colonización planetaria) y reuniones de las distintas organizaciones. En un momento determinado se podía estar celebrando hasta diez actos simultáneamente. De hecho, es imposible que una persona escriba un reportaje sobre un congreso mundial simplemente porque es imposible asistir a todos los actos.
Pero eso no era todo. Teníamos también la exposición de arte (donde faltaron nuevamente artistas españoles) y la sala de ventas. La inmensa sala de ventas permitía comprar casi de todo. Desde una amplísima selección de artículo Star Trek (incluyendo un banco anunciando una tarjeta de crédito), pasando por revistas, enciclopedias en CD-ROM, juegos, camisetas, maquetas, vídeos, hasta un gran número de libros. En lo que a libros se refiere se podía encontrar a muy buen precio tanto libros antiguos y absolutamente descatalogados como las última novedades tanto en el mercado inglés como el americano (un ejemplo: The time ship de Stephen Baxter, continuación de La máquina del tiempo). Y eso sin hablar de las charlas de pasillos donde era posible intercambiar comentarios con cualquiera, conocido o desconocido, profesional o aficionado. Quien no saludó a su autor favorito fue porque no quiso.
Dos de los actos más concurridos del congreso fueron el concurso de disfraces y la ceremonia de entrega de los premios Hugo. El concurso de disfraces tuvo un nivel muy alto con muchos disfraces muy bien preparados y diseñados, y con presentaciones muy cuidadas.
La ceremonia de los Hugo se celebró el Domingo 27 a las 8 de la noche. Los maestros de ceremonia fueron Diane Duane y Peter Morwood. Antes de la entrega de los Hugo en sí, se procedió a entregar otros premio: Seiun Awards, First Fandom Hall of Fame, Big Heart y John W. Campbell. Los premios a mejor cuento corto ("None so blind" de Joe Haldeman) y mejor cuento ("The martian child" de David Gerrold) fueron presentados por Connie Willis que hizo uno de sus habituales y graciosísimos monólogos. El de mejor novela corta (Siete vistas de la garganta Olduvai de Mike Resnick) y mejor novela (Mirror Dance de Lois McMaster Bujold) fueron entregados por Samuel R. Delany. Al final de la ceremonia se realizó la sesión de fotos y pudimos asistir a un espectáculo de fuegos artificiales. Más tarde, algunos miembros de la expedición española celebramos el premio Hugo con Gay y Joe Haldeman [pueden leer el cuento ganador, "None so blind" ("No hay mayor ciego..."), en la página 12 de este mismo número de BEM].
El tamaño de un congreso mundial impide que una crónica de urgencia como esta le haga justicia. Demasiadas cosas quedan enterradas al no poder nombrarlas. En un congreso mundial no hay lugar para el aburrimiento y siempre hay algo que hacer. Pero aparte de una gran experiencia lúdica, este tipo de actos tienen también su lado más serio. La presencia de autores, editores y agentes permiten charlas, encuentros e intercambios de impresiones que difícilmente podrían realizarse fuera de un acontecimiento de este tipo. Por supuesto, ese lado del congreso es de más difícil acceso, pero indudablemente está ahí.
Los congresos mundiales o los congresos europeo son grandes oportunidades para promocionar la ciencia ficción de cada país. Esas oportunidades no han sido aprovechadas generalmente por la ciencia ficción española. Es interesante comprobar como los organizadores de congresos españoles de ciencia ficción no han asistido jamás no ya a un congreso mundial sino siquiera a una Eurocon. Una mayor participación internacional nos permitiría encontrar nuevas ideas.
Antes de terminar nos gustaría dar las gracias a todas las personas que nos ayudaron a realizar nuestro trabajo durante Intersection (BEM fue a trabajar y no pudimos disfrutar demasiado de los actos). No gustaría agradecer especialmente su cooperación, y van..., a Gay y Joe Haldeman que una vez más dejaron bien clara la amistad con la que nos honran. Gracias.
En el próximo número de BEM incluiremos un reportaje fotográfico y algunas impresiones personales.