CONTENIDO LITERAL

("Vietnam y otros mundos: 1968 de Joe Haldeman", artículo de Pedro Jorge Romero. Derechos de autor 1995, Pedro Jorge Romero)

"Spider se encontraba en un planeta muy lejano, un mundo mejor que este. Había una hermosa princesa, y un héroe reluctante, y dragones y espadas, pero se trataba de ciencia ficción, no de fantasía. Un grueso libro llamado Glory Road, de Robert Heinlein".
Así comienza 1968 de Joe Haldeman. No es un libro de ciencia ficción, pero tampoco es una novela exclusivamente sobre el Vietnam. Tanto la ciencia ficción como el Vietnam son elementos importantes en esta obra (el protagonista es lector de ciencia ficción y al comienzo de la novela se encuentra en Vietnam). Pero a través de personajes como Spider, su novia Beverly o su psiquiatra el Capitán Folson de lo que realmente se nos habla es de un año, de ese 1968 que da título a la novela. ¿Qué tiene de especial 1968? Nada y todo. Fue un año normal, pero parte de su normalidad sólo se entiende en el contexto de los grandes cambios que se producían en esa época. La novela es en realidad una larga pregunta escrita en grandes letras: un sonoro ¿por qué? ¿Por qué ha cambiado el mundo? Y también: ¿por qué es así mi país? Unas preguntas que forman parte de la tradición de la literatura norteamericana.
El narrador omnisciente de esta novela recorre con libertad el espacio y el tiempo. Nos cuenta lo que sucede simultáneamente en lugares muy lejanos, ve relaciones y casualidades que nuestra visión no nos deja apreciar. Nos adelanta el futuro, y nos dice que sucederá y como acabará todo. Nos está contando la historia de un año, y sabemos que la novela acabará cuando acabe el año.
Ese narrador decide seguir las vidas de Spider y Beverly. Beverly ya no es la novia de Spider, pero este no lo sabe; Beverly ha conocido a otro. El narrador no pierde oportunidad de aclarar lo que sucede más allá del presente. Si Spider tiene problemas con su rifle rápidamente nos informa sobre su diseño y como sus fallos ayudaron a que los EE UU perdiesen la guerra. Si Beverly va a una manifestación se nos informa de sus consecuencias futuras. Esto no sólo ayuda a dar una visión más global (después de todo es la historia de un año) sino que además dota al libro de un sentido fatal, de una sensación de predestinación que el autor aprovecha muy bien.
Y Spider es herido. Durante una emboscada todos sus compañeros caen muertos. Spider es el único superviviente: cuando abre los ojos, ve como un soldado vietnamita vestido de negro va rematando a sus compañeros. Cuando le toca el turno a Spider se le encasquilla el arma, murmura algo en mal inglés y se va. Spider enloquece.
Internado en un sanatorio psiquiátrico se le diagnostica una esquizofrenia y es considerado, falsamente, homosexual. Desviación de la que el Capitán Folson sólo piensa en curarle. Mientras tanto Beverly participa en marchas por la paz, vive la revolución sexual y consigue quedarse embarazada.
Toda esta historia está llena de ironías. El narrador la cuenta en capítulos con títulos como: "Excrement (I)", "All you need is love", "Three contributions to the theory of sex", "Better living through electricity" (sobre el electroshock) o "Life is but a dream (I)". También conoce el futuro. Sabe, por ejemplo, que en el año del internamiento de Spider los médicos consideraban la homosexualidad como la más importante de la perversiones sexuales, pero nos dice que meses después será considerada sólo una desviación, y que años después (en 1987) ni siquiera aparece en la lista. Cuando se plantea la posibilidad de la lobotomía, nos informa con todo lujo de detalles sobre como se realizaba la operación (más bien carnicería). También es capaz de hacer un diagnóstico más certero que el del médico. Spider padece realmente stress postraumático: Spider simplemente está enfermo de demasiada guerra. ¿Cómo pueden suceder esas cosas? Bajo la aparente tranquilidad del narrador fluyen grandes emociones y hay algo de rabia contenida transmutada en arte literario.
Cuando Spider sale del hospital debe reintegrarse en la vida civil. En La guerra interminable la experiencia de los veteranos del Vietnam al volver a su casa quedaba plasmada por el viaje a velocidades relativista. Al volver a su hogar, los veteranos encontraban una sociedad cada vez más distinta, hasta que la misma gente que los envió a luchar les rechazaba. En una ocasión Spider intenta beber en un bar, pero no se le permite: no tiene todavía la edad. ¿Cómo se puede enviar a alguien a morir o a matar y luego no permitirle beber?
Demasiadas preguntas.
Este es un libro duro. Aspira a mostrar las alegrías y penurias de la vida. Describe como el azar y el destino guían más nuestra existencia que nuestros deseos y sueños. También es un libro magníficamente escrito. La voz del narrador, siempre irónica, seria y comprometida es empleada con gran maestría. Queda claro que el narrador también explora, también quiere conocer la respuesta a las preguntas.
Y no se trata de un libro sin respuesta, eso sería demasiado fácil. Curiosamente, la da el último personaje que uno esperaría: el vietnamita vestido de negro que remataba a los soldados; y es una respuesta más para reflexionar que para creer. En el capítulo final, titulado "Life is but a dream (III)" (cuando el resto de la novela ha terminado y el año ha acabado), volvemos a aquel momento: aprendemos que es de origen chino, que visitó los Estados Unidos, que estudió literatura china y que el trabajo de rematar a sus enemigos es en realidad un castigo. Y sabemos lo que va pensando a medida que recorre los cadáveres y sabemos las nueve sílabas que forman la respuesta final que le murmura a Spider, y que él no recordará nunca.